Durante el invierno, es común que muchas personas confundan los síntomas de una alergia con los de un resfriado común. Estornudos, congestión nasal, picor de ojos, tos leve y secreción nasal son signos frecuentes tanto en alergias como en infecciones respiratorias, pero las causas y el manejo son diferentes. Diferenciarlas es clave para recibir el tratamiento adecuado, evitar molestias y mejorar la calidad de vida durante los meses fríos.

Señales que indican que puedes tener alergia

  1. Duración de los síntomas
    Un resfriado típico dura entre 5 y 10 días, mientras que las alergias pueden persistir semanas o incluso meses si hay exposición constante al alérgeno. Por ejemplo, una persona con alergia a los ácaros del polvo puede experimentar síntomas todo el invierno mientras duerme en una habitación sin ventilación adecuada o con colchones y almohadas sin limpieza frecuente.
  2. Presencia de fiebre y malestar general
    Los resfriados pueden causar fiebre ligera, dolor de garganta o cansancio moderado. En cambio, las alergias no suelen provocar fiebre, aunque sí pueden generar cansancio debido al esfuerzo del cuerpo por reaccionar frente al alérgeno. Esto explica por qué algunas personas se sienten fatigadas todo el día, aunque no tengan infección.
  3. Secreción nasal y picor ocular
    En resfriados, la mucosidad puede volverse amarilla o verde a medida que progresa la infección. En alergias, la secreción suele ser clara y acuosa, acompañada de picazón intensa en ojos, nariz y garganta. Además, los estornudos suelen ser repetitivos y frecuentes, sobre todo al despertar o al estar en contacto con polvo, moho o pelos de mascotas.
  4. Contexto y exposición
    Los resfriados suelen aparecer tras cambios de temperatura o contacto con personas enfermas. Por el contrario, las alergias se manifiestan de manera más constante en entornos con alérgenos presentes, como viviendas con polvo acumulado, calefacciones que resecan el aire o moho en baños y sótanos.

Estrategias para aliviar las alergias de invierno

  • Mantener la vivienda limpia y ventilada, lavando sábanas, cortinas y ropa de cama con regularidad.
  • Evitar alfombras, textiles y peluches que acumulen polvo.
  • Consultar con un profesional sobre antihistamínicos, sprays nasales o productos naturales que reduzcan la irritación.
  • Mantener hábitos saludables: hidratarse bien, evitar fumar y reforzar la dieta con vitaminas que apoyen el sistema inmunitario.

Con estos cuidados, es posible reducir la intensidad de los síntomas y mejorar la calidad de vida durante los meses fríos. Además, en Farmacia Sada podemos ofrecerte orientación personalizada sobre productos específicos para alergias y consejos prácticos adaptados a tu caso, ayudándote a que las alergias no interfieran con tu día a día.