Como cada año el último fin de semana de marzo, se realiza el cambio de hora. España pasará al horario de verano durante la madrugada del sábado al domingo. De este modo, a las 02:00 de la madrugada, serán las 03:00.
¿El cambio de hora afecta a nuestra salud?
Tanto en octubre como ahora en marzo, es común que algunas personas experimenten una sensación parecida al jet-lag. Estos trastornos ocurren por el desajuste de nuestro reloj biológico y la hora real. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), a nuestro organismo le cuesta más adaptarse al horario de verano que al de invierno porque pierde una hora.
Como consecuencia, el cansancio, la somnolencia, la falta de concentración, irritabilidad, o cierta dificultad al dormir pueden aparecer en personas jóvenes, mientras que los más mayores podrían sufrir episodios de cefaleas, epilepsia o trastornos de sueño.
¿Qué podemos hacer para adaptarnos al cambio de hora?
La SEN aconseja adelantar nuestras rutinas de sueño y alimentación unos 15 minutos de forma progresiva los días previos.
Si ya no es posible, la alternativa es que durante estos días evitemos las siestas para que cuando llegue la noche tengamos más sueño.
Tener una rutina de sueño constante, es decir, irse a la cama y levantarse tanto en diario como en fin de semana a la misma hora, puede ayudar a adaptarnos a la nueva hora.
Y, aprovechando que entramos en el horario de verano, debemos procurar pasar tiempo al aire libre lo máximo posible. La que la exposición a la luz solar reduce nuestra sensación de cansancio y puede hacer mucho más sencilla esta transición.
Si tienes dificultades para conciliar el sueño o para disfrutar de un descanso de calidad, acércate a vernos y nuestro equipo te hará las mejores recomendaciones para que disfrutes del descanso que mereces.