El verano deja su huella en nuestro cuerpo: la piel se reseca por el sol, la sal del mar y el cloro de la piscina, y el cabello puede perder brillo, suavidad y elasticidad. Aunque disfrutar del sol y de las actividades al aire libre es fundamental, después de las vacaciones conviene dedicar tiempo a reparar y nutrir piel y cabello para recuperar su salud y luminosidad. Una rutina dermocosmética adaptada puede hacer maravillas, combinando productos específicos, hábitos de cuidado y nutrición adecuada.
Recuperando la piel tras la exposición solar
La exposición prolongada al sol puede provocar deshidratación, pérdida de elasticidad, manchas y sensación de tirantez. Para repararla:
- Hidratación intensiva: utiliza cremas y lociones ricas en ingredientes como aloe vera, manteca de karité o ácido hialurónico, que restauran la barrera cutánea y retienen la humedad.
- Exfoliación suave: elimina células muertas acumuladas durante el verano, permitiendo que los productos hidratantes penetren mejor y aportando luminosidad.
- Reparadores específicos: serums con antioxidantes, vitamina C o pantenol ayudan a regenerar la piel, combatir el estrés oxidativo y prevenir el envejecimiento prematuro.
Evita duchas demasiado calientes y jabones agresivos, que aumentan la sequedad y reducen la capacidad de la piel para recuperarse.
Cabello sano y brillante
El sol, la sal y el cloro dañan la cutícula del cabello, provocando sequedad, puntas abiertas y pérdida de brillo. Para repararlo:
- Champús y mascarillas nutritivas: elige fórmulas reparadoras que aporten proteínas, aceites vegetales y vitaminas.
- Aceites y sérums: aplicados tras el lavado, ayudan a sellar la cutícula, controlar el encrespamiento y mejorar la suavidad.
- Evitar calor excesivo: secadores, planchas y rizadores pueden agravar el daño; cuando sea posible, deja secar al aire libre.
Hábitos complementarios para una reparación integral
- Alimentación rica en antioxidantes y proteínas: frutas, verduras, frutos secos y pescado azul ayudan a regenerar piel y cabello desde dentro.
- Hidratación continua: beber suficiente agua facilita la recuperación de tejidos y mantiene la piel flexible.
- Protección diaria: incluso tras el verano, usar protector solar en rostro y escote previene daños adicionales y manchas.
Cuidar la piel y el cabello después del verano no requiere esfuerzos extraordinarios, sino rutinas constantes y productos adecuados. En Farmacia Sada podemos asesorarte sobre los mejores tratamientos dermocosméticos reparadores según tu tipo de piel y cabello, y ayudarte a recuperar luminosidad, suavidad y bienestar. Acércate a vernos y descubre cómo preparar tu piel y tu cabello para mantenerlos saludables durante todo el año.