El síndrome de las piernas cansadas o de las piernas pesadas no es un tema menor. Con el calor, las altas temperaturas del verano, la mitad de las mujeres se sienten molestas y doloridas sus piernas, pero este no es un mal exclusivamente femenino.

Cada caso es un mundo, pero podemos determinar que las principales causas de este fenómeno son:

  • Una mala circulación sanguínea.
  • Una alimentación inadecuada, alta en sal o baja en fibra, por ejemplo.
  • Sobrepeso
  • Retención de líquidos (para evitarlo se recomienda beber líquido en abundancia, agua, zumos naturales, caldos…).

¿Cómo puedes saber si sufres el síndrome de las piernas cansadas? Los síntomas evidentes son:

  • Sensación de hormigueo prolongado.
  • Picores en los tobillos, en los muslos…
  • Pesadez y cansancio sin motivo aparente.
  • Dolores en las piernas. Pueden aparecer calambres.
  • Pueden incluso a aparecer edemas, hinchazones.

Si te reconoces en estos síntomas, te damos unos consejos para atajar el problema, aunque siempre es recomendable que lo acompañes con una consulta al médico para que te asesore de forma personalizada.

Consejos para acabar con el síndrome de las piernas cansadas

– Acabar la ducha con un chorro de agua fría: aplicar desde los pies y los tobillos e ir subiendo progresivamente. Algo tan sencillo como esto, puede aliviar mucho.

Evita completamente la zona del hueco poplíteo (detrás de la rodilla) y cualquier otra zona en la que al hacerlo notes molestia.

Os dejamos una guía visual del sentido del masaje de chorros, es importante que os fijéis bien en las flechas en tobillos y rodillas para potenciar de forma correcta la activación circulatoria y la eliminación de líquidos retenidos.

En cartucheras y glúteos, por su mayor concentración de tejido adiposo, puedes trabajar de forma más intensa acercando mucho más la base del chorro para aumentar la presión e incidir en zigzag o de forma circular.

– Caminar todos los días

Al menos media hora a paso acelerado. ¡No hace falta correr, basta con ir a paso ligero! Si tienes la oportunidad de hacerlo en la playa, hazlo por la orilla, pero que el agua te llegue a media pierna. También puedes practicar deportes como el ciclismo o la natación.

– Usar aceites esenciales:

Para ello lo ideal es que se apliquen con un masaje, siempre en sentido ascendente, con pases largos firmes y lentos, reproduciendo con tus manos los movimientos que indican las flechas del dibujo anterior.. Así ayudarás a reactivar la circulación de la sangre.

– Eleva las piernas

Los días que tengas más molestias duerme con el colchón ligeramente levantado en la parte de los pies, puedes meter alguna almohada o cojín para conseguirlo. Aunque si es algo que te molesta habitualmente es muy recomendable que te hagas con una almohada ergonómica para este tipo de dolencias, que resulta verdaderamente eficaz y te asegura además una buena postura de descanso corporal.

El sedentarismo y unos hábitos de vida y de alimentación poco saludables pueden ocasionar que sufras esta molestia. ¡Evítalo!