Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir la aparición de la diabetes tipo 2.
Nunca es demasiado tarde para empezar.
Toma nota de estos consejos:
- Controla tu PESO
Bajar de peso reduce el riesgo de diabetes.
Según un amplio estudio reciente, sus participantes redujeron el riesgo de desarrollar diabetes en casi un 60% después de bajar aproximadamente el 7% de su peso corporal con cambios en la actividad física y en la dieta.
- Haz más actividad física.
El ejercicio puede ayudarte a:
- Bajar de peso
- Bajar tu nivel de glucosa sanguínea
- Aumentar tu sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a mantener tu glucosa sanguínea dentro de un rango normal
- Consume más fibra
Estos son algunos beneficios de la fibra:
- Retrasa la absorción de azúcares y reduce los niveles de glucosa en la sangre.
- Interfiere en la absorción de colesterol y grasa en la alimentación.
- Controla otros factores de riesgo que afectan la salud del corazón, como la presión arterial y la inflamación.
- Te ayuda a comer menos porque los alimentos con un alto contenido de fibra producen mayor saciedad y brindan mucha energía.
- Consume grasas saludables
Las grasas insaturadas, tanto monoinsaturadas, como poliinsaturadas, favorecen los niveles de colesterol saludable y la buena salud vascular y del corazón. Estas son algunas fuentes de grasas saludables:
- Aceite de oliva, girasol, cártamo, semilla de algodón y canola
- Frutos secos y semillas, como almendras, cacahuates, linaza y semillas de calabaza
- Pescados grasos, como el salmón, la caballa, las sardinas, el atún y el bacalao
- Omite las dietas relámpago y toma decisiones más saludables
Muchas dietas relámpago, como las dietas del índice glucémico, las dietas cetogénicas o las dietas paleolíticas, pueden ayudarte a perder peso. Sin embargo, hay muy poca investigación acerca de los beneficios a largo plazo de estas dietas o su beneficio en la prevención de la diabetes.
Tu objetivo de dieta debería ser perder peso y luego mantener un peso más saludable de ahí en adelante. Por lo tanto, las decisiones de una alimentación saludable deben incluir una estrategia que puedas mantener como un hábito para toda la vida. Tomar decisiones saludables que reflejen algunas de tus propias preferencias de alimentos y tradiciones puede ser beneficioso para ti con el transcurso del tiempo.