Llega el verano y, con él, los rayos del sol se vuelven más potentes y, si no se toman las precauciones oportunas, más dañinos para nuestra salud. Elegir una protección solar adecuada es vital.

Decantarse entre la amplia variedad de fotoprotectores existentes no es un tema menor, sino una cuestión totalmente personal e intransferible. Para elegir el fotoprotector más propicio para cada uno de nosotros, debes tener en cuenta factores que influyen en el uso de una protección solar concreta, como pueden ser la edad, el género, el modelo de fototipo cutáneo, el tipo de piel y, por supuesto, también repercuten los antecedentes familiares.

Factores que has de considerar:

1. Las cremas solares cuentan con filtros (mayores o menores, en función de la cantidad de rayos ultravioletas que dejan pasar) e índices. El más común es el Factor de Protección Solar (FPS, en inglés SPF), que indica el nivel de protección que te ofrecen, frente a una posible quemadura solar.

2. Debes tener en cuenta que no has de usar la misma crema protectora para proteger la cara que para el resto del cuerpo.

3. Las diferentes cremas tienen diferentes texturas (en gel, espuma, crema…). Esa elección es una opción personal, pero, si es más grasa, mayor protección te ofrecerá y menos veces será necesario que te apliques el producto.

4. El tipo de piel influye en la elección. Por ejemplo, en pieles grasas, se aconseja aplicar fotoprotector en gel; para pieles secas, cremas que son más hidratantes.

5. El fototipo de piel es vital. Para pieles morenas, basta con un protector de 30; mientras que, en las claras, se aconseja usar un 50.

6. Casos especiales son los niños y las personas que tienen tatuajes. Para ambos, existen cremas solares específicas.
En definitiva, es de gran importancia que nos concienciemos del valor de elegir el fotoprotector perfecto para nuestra piel.

Pregúntanos por ello.