¿Utilizas un mismo fotoprotector para proteger todo tu cuerpo?
No todas las cremas son iguales; las hay específicas para las zonas más sensibles, que tienen un FPS superior y filtros solares físicos -que son más severos-, y otras más generalistas, con filtros solares químicos -que protegen, pero dejan que la piel se broncee- y que se pueden extender por todo el cuerpo.
Es importante utilizar al menos un protector solar facial y un protector corporal diferenciados y aplicarlos 30 minutos antes de exponerte al sol. Pero más allá de estos mínimos, afortunadamente, contamos con multitud de productos en el mercado que nos ayudarán a protegernos de manera mucho más completa y específica.
Os dejamos aquí algunas pautas:
• El rostro:
Usa un protector solar más alto que el que emplees para el resto del cuerpo y aplícalo sobre las partes que más sobresalgan como pómulos, frente, barbilla y nariz, ya que son las que más frecuentemente sufren quemaduras. A partir de ahí, extiéndelo al resto del rostro en movimientos circulares. No olvides llegar al nacimiento del cabello, los párpados y las orejas, ya que son zonas que habitualmente son olvidadas.
• Los labios:
Es recomendable utilizar un protector labial con FPS 12 o mayor. Estos productos dejan una capa emoliente y protectora que no sólo protege de los rayos del sol, sino que también ayuda a hidratar la piel.
• El cabello:
Para mantenerlo sano, intenta cubrirlo con sombreros o pamelas; ten en cuenta que es la parte del cuerpo más expuesta al sol. Además, el sol afecta al color, ya sea natural o teñido, así que lo ideal es que utilices una línea capilar específica lo más completa posible: champús, acondicionadores y mascarillas nutritivas con filtro UV integrado. Y cuando vayas a la playa o a la piscina, protégelo con cremas, geles o sprays con factor de protección para crear una barrera ante los rayos UVA y un escudo frente a la sequedad del cabello. Extiéndelo por todo el pelo incidiendo en la raíz y en las puntas.
• El cuerpo:
La piel ha de estar limpia y seca antes de aplicar la crema. Extiéndela bien por el cuerpo, prestando especial atención a las zonas que mayor exposición reciben, como son los hombros y el pecho. No olvides las zonas de difícil acceso como la espalda y aquellas a las que frecuentemente no se presta atención como la nuca, el dorso de las manos y los empeines de los pies.
Cada parte del cuerpo requiere una atención específica, pero podemos ayudarte a que encuentres la crema solar que mejor se adapte a ti.