Un golpe de calor o shock térmico es uno de los casos más graves de hipertermia. Es el sobrecalentamiento que sufre el cuerpo debido a las altas temperaturas o un exceso de ejercicio físico. La falta de hidratación hace que diversos órganos dejen de funcionar como lo harían de forma habitual. El golpe de calor se origina a consecuencia de un fracaso agudo de la termorregulación y constituye una urgencia médica extrema porque es a la vez de aparición muy rápida (de 1 a 6 horas) y de evolución fatal (puede ocasionar la muerte en menos de 24 horas si no se trata rápidamente).
El organismo tiende a sudar cuando la temperatura corporal va aumentando para mantenerse fresco. Cuando la temperatura del exterior es muy alta, el cuerpo expulsa el sudor de manera más lenta, lo que provoca que el cuerpo no se refresque lo suficiente si no se han tomado medidas adicionales. Si el cuerpo alcanza un alto grado de deshidratación y temperatura elevada (por encima de los 40ºC), algunos órganos comienzan a funcionar de manera errática, lo que provoca los distintos síntomas.
Si no se toman medidas con urgencia, los síntomas comenzarán a empeorar de manera progresiva, incluso aquellos no relacionados directamente con la temperatura, en el caso de que la persona presente otra patología anterior.
Algunos fármacos pueden agravar el síndrome de agotamiento y deshidratación o de golpe de calor. Los que requieren mayor atención son los siguientes:
- Diuréticos: pueden provocar alteraciones en la hidratación y/o trastornos electrolíticos.
- Antiinflamatorios no esteroideos y algunos antibióticos o antivirales: pueden afectar a la función renal.
- Antiarrítmicos, antiepilépticos y antidiabéticos orales: son medicamentos cuyo perfil farmacocinético puede ser afectado por la deshidratación.
- Neurolépticos y medicamentos con propiedades anticolinérgicas o vasoconstrictores: alterna la termorregulación del cuerpo.
¿Cuáles son sus síntomas?
Algunos de los síntomas y signos del golpe de calor son:
- Dolor de cabeza.
- Piel seca y caliente.
- Ausencia de sudor.
- Sed intensa.
- Respiración rápida y sensación de falta de aire.
- Taquicardia y pulso rápido.
- Mareos y confusión, convulsiones e incluso pérdida de conocimiento.
- Náuseas y vómitos.
Si no tas estos síntomas:
¡Cuidado!
No dejes pasar el tiempo y llama a urgencias inmediatamente.