La primavera trae consigo el aumento de temperaturas, el descenso de la humedad y la mayor cantidad de horas de sol típicos del cambio de estación, pero todos estos factores pueden conllevar un aumento de la sensibilidad en la piel.

Por si fuera poco, los alérgenos ambientales como el polen, además de producir síntomas respiratorios, pueden llegar a generar urticaria, erupciones, picores y causar molestias.

Por ejemplo, al pasear con las piernas o los brazos descubiertos por el campo o tumbarse al césped, podemos acabar por desarrollar una dermatitis de contacto alérgica.

 

¿Qué podemos hacer para reducir la sensibilidad y cuidar la piel en primavera?

Aunque parezca que la única forma de evitar las alergias de la piel sea evitando el contacto con los alérgenos que nos afecten, existen otros cuidados y recomendaciones de para la piel sensible en esta época del año que también son de utilidad también para una piel alérgica:

1. Exponerse al sol de forma gradual y utilizar un fotoprotector solar de amplio espectro. Las pieles sensibles suelen tolerar mejor las formulaciones con filtros físicos, aunque no presenten texturas tan ligeras

2. Seguir una dieta rica en antioxidantes

3. Utilizar prendas transpirables y ducharse inmediatamente después de hacer deporte al aire libre

4. Limpieza, exfoliación e hidratación: es aconsejable utilizar cremas y limpiadores sin perfumes, parabenos ni conservantes. Utilizar un exfoliante suave una vez a la semana también puede ayudar a reducir el picor

5. Optar por cosméticos y maquillajes hipoalergénicos

6. Limitar el tiempo que se pasa al aire libre en los días con altos niveles de polen

 

Podemos ayudarte a elegir productos cosméticos diseñados para calmar e hidratar tu piel.

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