Con la llegada del buen tiempo, los días más largos y las actividades al aire libre se convierten en parte de nuestra rutina. Sin embargo, junto con la luz y el calor del sol, también llega una exposición más intensa a los rayos ultravioleta (UV), principales responsables del envejecimiento prematuro, las manchas y el cáncer de piel. Por eso, la fotoprotección diaria no debería limitarse solo a los meses de verano ni a los días de playa: proteger la piel del sol es un gesto de salud que debe mantenerse todo el año.
Entendiendo los filtros solares
Uno de los aspectos más importantes al elegir un protector solar es comprender los tipos de filtros que contiene:
- Filtros físicos o minerales: actúan como un espejo, reflejando la radiación solar. Son ideales para pieles sensibles o con tendencia a irritarse, ya que suelen estar formulados con ingredientes como el óxido de zinc o el dióxido de titanio.
- Filtros químicos: absorben la radiación y la transforman en una forma de energía inocua. Son ligeros, se extienden fácilmente y no dejan residuo blanco, por lo que son una buena opción para uso diario o debajo del maquillaje.
- Filtros combinados: muchos protectores modernos utilizan una mezcla de ambos tipos para ofrecer una protección más completa, equilibrando textura, eficacia y comodidad.
Lo importante es asegurarse de que el producto proteja tanto contra los rayos UVA como los UVB, indicados con las siglas “UVA/UVB” o el sello “broad spectrum”.
Texturas que se adaptan a cada piel y estilo de vida
Hoy en día, los protectores solares se presentan en múltiples formatos: cremas, geles, sprays, brumas, sticks e incluso polvos compactos. Cada textura tiene su público ideal:
- Las pieles grasas o con acné suelen preferir geles o fluidos matificantes, que no aportan brillo.
- Las pieles secas o maduras agradecen fórmulas más nutritivas, con textura crema.
- Para los deportistas o quienes pasan tiempo al aire libre, los sprays resistentes al agua son muy prácticos.
- Y quienes buscan reaplicar fácilmente la protección durante el día pueden optar por brumas o sticks faciales, cómodos de llevar en el bolso.
Cómo elegir y aplicar correctamente el protector solar
No basta con elegir un buen producto: también es fundamental usarlo bien. Aplica una cantidad generosa —aproximadamente una cucharadita para el rostro y dos para el cuerpo— media hora antes de la exposición solar. Reaplica cada dos horas, y siempre después de nadar o sudar. Además, no olvides zonas sensibles como orejas, cuello, escote, manos y labios.
Proteger la piel del sol es invertir en salud a largo plazo. Cada aplicación es un pequeño gesto preventivo que marca la diferencia. En Farmacia Sada, podemos ayudarte a elegir el fotoprotector más adecuado para tu tipo de piel, tu edad y tu ritmo de vida. Si tienes dudas sobre filtros, texturas o reaplicación, acércate a vernos: estaremos encantados de orientarte para que disfrutes del sol con toda la seguridad que tu piel merece.