En el caso de que padezcamos algún cuadro de enfermedad común o grave, es conveniente que llevemos un informe detallado del especialista, con los datos del paciente, de la medicación prescrita, del doctor y una forma de contacto. Si fuera posible, es mejor llevar una copia, también en inglés, para ganar en seguridad, en caso de que la requieran diferentes organismos del país de destino.
Las personas que deben extremar las medidas preventivas son los niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas medicadas con algún tratamiento puntual o crónico. Se recomienda a los últimos que lleven la medicación y el material sanitario necesario, como jeringuillas, en el caso de los diabéticos, en el equipaje de mano; y, en general, todo el material, por duplicado, en otra maleta, para evitar extravíos.
El destino influye y mucho en las medidas de precaución que debes adoptar antes de viajar. En el caso de vacaciones a países tropicales o en vías de desarrollo, suelen requerir que te vacunes los días previos al viaje.
Asimismo, hay que considerar la altitud del lugar al que se viaja: el mal de altura es muy frecuente y los cambios de altitud pueden descompensar nuestro organismo. Por ejemplo, las personas con hipertensión deberían elegir, como destino de sus vacaciones, un lugar de playa. Por el contrario, a los hipotensos, que tienen la tensión baja, les conviene ir a la montaña.
En líneas generales, es muy importante que, cuando vayamos a salir de viaje, nos aconseje nuestro médico las precauciones sanitarias que debemos tomar, antes y durante el viaje.
Consejos Sanitarios para el Viajero Internacional
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